Croquetas de jamón york y queso |
¿Existe alguien en todo el planeta a quien no le gusten las croquetas? La verdad es que son un poquito latosas de hacer pero cunden mucho y las hechas en casa no tienen comparación con las compradas. Además hacerlas en casa salen muy económicas y se pueden congelar y tener para otra ocasión.
- 1 Litro de leche
- 5 Cucharadas grandes de harina
- Aceite de girasol
- Mantequilla
- Sal
- Nuez moscada
- Jamón york
- 4 Quesitos en porcienos (tipo El Caserío)
- Pan rallado
- 2 Huevos
PREPARACIÓN:
Cogemos una cazuela o sartén grande y echamos un chorrito de aceite de girasol, añadimos un trozo de mantequilla ( un dedo de grosor o así) y ponemos a fuego lento. Mientras calentamos en un cazo el litro de leche y picamos el jamón york, dejamos los quesitos preparados. Cuando se haya deshecho la mantequilla añadimos la harina y la vamos mezclando poco a poco hasta conseguir una masa que más bien será dura y seca. Empezamos a ir añadiendo poco a poco la leche y lo vamos mezclando bien. Puedes usar la barilla de batir o bien la cuchara de palo. Si vieras que te están quedando grumos puedes pasar la batidora para eliminarlos. Cuando ya tengas casi la masa, échale el jamón york y los quesitos y sigue moviendo sin parar, no dejes que cueza. Añade la sal y la nuez moscada, en este punto puedes añadir si quieres un cuarto de pastilla de starlux de carne para intensificar un poco el sabor. Sigue moviendo y añadiendo la leche hasta terminarla. Cuando lleves unos cinco minutos removiendo y veas que ya ha espesado bastante, vuélcala en una fuente rectangular. Deja enfríar lo suficiente hasta que puedas manipular la masa. Si das con la fuente ideal conseguirás facilitar el trabajo ya que en lugar de ir cogiendo la masa con una cuchara, podrás cortarla a lo largo y ancho de forma equilibrada calculando el tamaño por croqueta. En mi fuente, por ejemplo, me salen 24 croquetas, ya que me dá para cuatro columnas y seis filas.
Una vez fría la masa vamos cogiendo cada porción y la pasamos por pan rallado (o harina), batimos los huevos y las pasamos por ellos para volver a pasarlas por pan rallado. Ponemos una sartén con abundante aceite ( si es oliva suave, mejor) y cuando esté bien, bien caliente, freímos las croquetas. Una vez estén bien doraditas, las pasamos a un plato con un papel de cocina debajo para escurrir el exceso de aceite. ¡Ya veréis qué buenas están!
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